Yo no creo que Macri sea tan ignorante como parece, habla desde su ideologia, y sus declaraciones nos están indicando cual es el país que él cree que debemos tener, como puede llegar a ser la República Argentina que intentará diseñar como Presidente.
Las respuestas que produjo la comunidad rionegrina no dejan nada para agregar.
Mensajes de repudio a las declaraciones de Mauricio Macri
Las declaraciones públicas del jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y candidato a presidente Mauricio Macri produjeron expresiones de repudio por parte de funcionarios de todo el país y principalmente en Bariloche.
En el marco del acto por el Día de la Industria, Mauricio Macri afirmó que “hay mucho despilfarro en el Gobierno Nacional, se generan empresas satelitales que no funcionan”.
LAS RESPUESTAS. Textuales.
Héctor Otheguy, gerente general y CEO de INVAP
Ni innecesarias, ni ineficientes. El entusiasmo y el orgullo demostrado el fin de semana pasado por todo el pueblo de Bariloche contrastan con las expresiones del jefe de gobierno porteño que aspira a ser Presidente de la Nación. La sinergia entre una empresa satelital nacional como ARSAT con INVAP ha permitido que estemos a las puertas de un suceso histórico, como es la colocación en órbita del primer satélite geoestacionario de comunicaciones, diseñado y fabricado por científicos y técnicos de la Argentina.
Tener un desarrollo propio en áreas estratégicas para la defensa, para la soberanía, e incluso para lograr exportar al mundo productos con valor agregado, resultado de la confluencia de políticas de estado y un sector científico y tecnológico que es referente en el mundo, nos acerca al modelo de los países desarrollados que tanto gusta poner de ejemplo con palabras pero que a la hora de decidir políticas, se reserva para los grandes mientras que para nuestro país se sueña con volver a ser únicamente exportadores de materias primas.
La decisión estratégica de desarrollar el satélite ARSAT-1 en Argentina, no sólo posibilita incorporar mejoras en la tecnología y las prestaciones, sino que también implica un uso eficiente del poder de compra del Estado, que maximiza el uso de la materia gris nacional, genera posibilidades concretas de exportación de productos y servicios de alto valor agregado, ahorra divisas y crea puestos genuinos de trabajo en nuestro país, en un marco de negocio con rentabilidad positiva. Por eso resulta gratuita la imputación de “despilfarro, empresas tecnológicas que no hacen falta, empresas satelitales que no funcionan”.
Tal vez el jefe de gobierno porteño no ha tomado en cuenta que el uso estratégico del Poder de compra del Estado permite satisfacer -a precios competitivos de adquisición y mantenimiento- una necesidad nacional de instalaciones y equipamiento complejo. Sin duda, mostrar un producto exitoso y en funcionamiento posibilita lograr en el exterior clientes para realizar exportaciones de alto valor agregado. Esto es lo que han hecho los países industrializados para desarrollar tecnologías complejas y lo continúan haciendo. La mayor parte de los gobiernos de esas naciones le compran a empresas de su propio país y de esa manera potencian capacidades locales.
A partir de 2003, bajo la conducción del Presidente Néstor Kirchner, la Argentina aplicó esta metodología en áreas de tecnología compleja, hecho que fue potenciado luego por la Sra. Presidenta, siempre con la ejecución por parte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Como ejemplo tenemos el Plan Nacional de Radarización y el desarrollo de Satélites de Comunicaciones, cuyo primer satélite ARSAT-1 se encuentra hoy en su base de lanzamiento, listo para ser puesto en órbita.
La Ciencia y la Tecnología son motores del desarrollo social y económico soberano de la Argentina. Curiosamente, Macri, el ingeniero!!!, parece ser el único en nuestro país que menosprecia los logros de la ciencia y la tecnología que nos han hecho avanzar en estos 11 años como nunca antes. (Nota de opinión publicada por Económicas Bariloche).
Ni innecesarias, ni ineficientes. El entusiasmo y el orgullo demostrado el fin de semana pasado por todo el pueblo de Bariloche contrastan con las expresiones del jefe de gobierno porteño que aspira a ser Presidente de la Nación. La sinergia entre una empresa satelital nacional como ARSAT con INVAP ha permitido que estemos a las puertas de un suceso histórico, como es la colocación en órbita del primer satélite geoestacionario de comunicaciones, diseñado y fabricado por científicos y técnicos de la Argentina.
Tener un desarrollo propio en áreas estratégicas para la defensa, para la soberanía, e incluso para lograr exportar al mundo productos con valor agregado, resultado de la confluencia de políticas de estado y un sector científico y tecnológico que es referente en el mundo, nos acerca al modelo de los países desarrollados que tanto gusta poner de ejemplo con palabras pero que a la hora de decidir políticas, se reserva para los grandes mientras que para nuestro país se sueña con volver a ser únicamente exportadores de materias primas.
La decisión estratégica de desarrollar el satélite ARSAT-1 en Argentina, no sólo posibilita incorporar mejoras en la tecnología y las prestaciones, sino que también implica un uso eficiente del poder de compra del Estado, que maximiza el uso de la materia gris nacional, genera posibilidades concretas de exportación de productos y servicios de alto valor agregado, ahorra divisas y crea puestos genuinos de trabajo en nuestro país, en un marco de negocio con rentabilidad positiva. Por eso resulta gratuita la imputación de “despilfarro, empresas tecnológicas que no hacen falta, empresas satelitales que no funcionan”.
Tal vez el jefe de gobierno porteño no ha tomado en cuenta que el uso estratégico del Poder de compra del Estado permite satisfacer -a precios competitivos de adquisición y mantenimiento- una necesidad nacional de instalaciones y equipamiento complejo. Sin duda, mostrar un producto exitoso y en funcionamiento posibilita lograr en el exterior clientes para realizar exportaciones de alto valor agregado. Esto es lo que han hecho los países industrializados para desarrollar tecnologías complejas y lo continúan haciendo. La mayor parte de los gobiernos de esas naciones le compran a empresas de su propio país y de esa manera potencian capacidades locales.
A partir de 2003, bajo la conducción del Presidente Néstor Kirchner, la Argentina aplicó esta metodología en áreas de tecnología compleja, hecho que fue potenciado luego por la Sra. Presidenta, siempre con la ejecución por parte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Como ejemplo tenemos el Plan Nacional de Radarización y el desarrollo de Satélites de Comunicaciones, cuyo primer satélite ARSAT-1 se encuentra hoy en su base de lanzamiento, listo para ser puesto en órbita.
La Ciencia y la Tecnología son motores del desarrollo social y económico soberano de la Argentina. Curiosamente, Macri, el ingeniero!!!, parece ser el único en nuestro país que menosprecia los logros de la ciencia y la tecnología que nos han hecho avanzar en estos 11 años como nunca antes. (Nota de opinión publicada por Económicas Bariloche).
García Larraburu repudió las afirmaciones de Macri sobre ciencia y tecnología
La senadora Silvina García Larraburu expresó su repudio a las declaraciones que brindó el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ante la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), sobre la inversión en ciencia y tecnología. En ese contexto, el dirigente del PRO afirmó: “Hay mucho despilfarro. Nunca vi un gobierno que malgaste tanto los recursos. Hacen empresas tecnológicas que no hacen falta, se generan empresas satelitales que no funcionan”.
La senadora Silvina García Larraburu expresó su repudio a las declaraciones que brindó el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ante la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), sobre la inversión en ciencia y tecnología. En ese contexto, el dirigente del PRO afirmó: “Hay mucho despilfarro. Nunca vi un gobierno que malgaste tanto los recursos. Hacen empresas tecnológicas que no hacen falta, se generan empresas satelitales que no funcionan”.
En este sentido, la senadora indicó que Macri tiene un profundo desconocimiento de su país: "El sábado salió desde Bariloche el satélite Arsat-1, que no sólo es una expresión de nuestros científicos de punta sino que además representa soberanía tecnológica", aseguró.
García Larraburu resaltó el trabajo que conlleva este satélite e hizo hincapié en que significaron 1.300.000 horas hombre, es el primer satélite en telecomunicaciones y el quinto fabricado en la Argentina.
García Larraburu resaltó el trabajo que conlleva este satélite e hizo hincapié en que significaron 1.300.000 horas hombre, es el primer satélite en telecomunicaciones y el quinto fabricado en la Argentina.
"Las declaraciones de Mauricio Macri indudablemente ofenden a toda la comunidad científica y tecnológica, tenemos certeza de la labor y el esfuerzo que han puesto los trabajadores, científicos y tecnólogos y sabemos que el crecimiento y el desarrollo en este área es la declamación de nuestra soberanía nacional", indicó.
INVAP en 2002 contaba con tan solo 300 trabajadores, que ahora son 1200 "no sólo tienen un puesto laboral por el esfuerzo interno de la empresa, sino que además con fe y optimismo hubo una decisión política de apostar e invertir en el desarrollo científico-tecnológico", agregó la rionegrina.
La senadora advirtió sobre la necesidad de repudiar este tipo de declaraciones: "Porque se hacen desde el desconocimiento, y con la matriz ideológica que todo implica un gasto, cuando en verdad tenemos que revertir estas ideas para comprender lo que son las inversiones, fundamentalmente a largo plazo".
Al respecto, la rionegrina cuestionó que es de extrañarse que un dirigente tan confraternizado son el sector privado, desconozca que la economía del conocimiento e innovación científica tracciona una oferta de empleos más calificados y mejor remunerados. Es una inversión en nuestra gente y en nuestro futuro como Estado soberano, no podemos practicar mera "eficiencia operativa" un país sin desarrollo tecnológico, sin conocimiento, sin ciencia; es un país condenado al fracaso y a la dependencia de los desarrollados.
Nuevamente, no parecen casuales las afirmaciones del mandatario, que son destructoras y en beneficio de intereses no correspondidos con los de la Patria. “La innovación construye institucionalización, en lugar de burocracia, hay escenarios de trabajo en red y encuentro intersectorial. La ciencia, tecnología e innovación nos da visibilidad internacional, competimos en licitaciones con países de todo el mundo y hemos ganado, por ejemplo, la construcción del reactor australiano OPAL, que es uno de los reactores de investigación más poderosos y complejos, y representa la mayor exportación de tecnología (llave en mano) de la historia Argentina”, finalizó.
INVAP en 2002 contaba con tan solo 300 trabajadores, que ahora son 1200 "no sólo tienen un puesto laboral por el esfuerzo interno de la empresa, sino que además con fe y optimismo hubo una decisión política de apostar e invertir en el desarrollo científico-tecnológico", agregó la rionegrina.
La senadora advirtió sobre la necesidad de repudiar este tipo de declaraciones: "Porque se hacen desde el desconocimiento, y con la matriz ideológica que todo implica un gasto, cuando en verdad tenemos que revertir estas ideas para comprender lo que son las inversiones, fundamentalmente a largo plazo".
Al respecto, la rionegrina cuestionó que es de extrañarse que un dirigente tan confraternizado son el sector privado, desconozca que la economía del conocimiento e innovación científica tracciona una oferta de empleos más calificados y mejor remunerados. Es una inversión en nuestra gente y en nuestro futuro como Estado soberano, no podemos practicar mera "eficiencia operativa" un país sin desarrollo tecnológico, sin conocimiento, sin ciencia; es un país condenado al fracaso y a la dependencia de los desarrollados.
Nuevamente, no parecen casuales las afirmaciones del mandatario, que son destructoras y en beneficio de intereses no correspondidos con los de la Patria. “La innovación construye institucionalización, en lugar de burocracia, hay escenarios de trabajo en red y encuentro intersectorial. La ciencia, tecnología e innovación nos da visibilidad internacional, competimos en licitaciones con países de todo el mundo y hemos ganado, por ejemplo, la construcción del reactor australiano OPAL, que es uno de los reactores de investigación más poderosos y complejos, y representa la mayor exportación de tecnología (llave en mano) de la historia Argentina”, finalizó.
Subsecretario de Ciencia, Tecnología y Desarrollo para la Producción, Daniel Quattrini
La Subsecretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo para la Producción de la Provincia de Río Negro, no comparte las recientes declaraciones del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, al manifestar como un malgasto la inversión en ciencia y tecnología en el área satelital.
En recientes declaraciones, Mauricio Macri, se refirió como un despilfarro a la generación de empresas satelitales nacionales. Seguramente, no ha tomado en cuenta que, en la actualidad las economías ya no se basan exclusivamente en la acumulación de capital físico, sino también en el conocimiento como un activo intangible.
El ARSAT-1 es el primero de los satélites del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones dentro de un exitoso Programa Nacional, que implica el diseño, fabricación y puesta en órbita de tres satélites propios y su operación por la Argentina. Es motivo de orgullo para toda la Argentina este trascendente logro nacional y del cual, científicos y tecnólogos rionegrinos han formado parte.
Entre todos los actores que han concretado este proyecto, podemos destacar a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), como así también a la empresa rionegrina INVAP encargada de su diseño y construcción y a la empresa Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), todas ellas empresas estatales.
Esta relevante conquista, se enmarca dentro de las políticas de estado que se llevan adelante, con el objeto de incrementar las capacidades de nuestro país en materia de telecomunicaciones, defender las posiciones orbitales asignadas a la Argentina e impulsar el desarrollo nacional de la industria espacial.
El ARSAT-1 es el primero de los satélites del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones dentro de un exitoso Programa Nacional, que implica el diseño, fabricación y puesta en órbita de tres satélites propios y su operación por la Argentina. Es motivo de orgullo para toda la Argentina este trascendente logro nacional y del cual, científicos y tecnólogos rionegrinos han formado parte.
Entre todos los actores que han concretado este proyecto, podemos destacar a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), como así también a la empresa rionegrina INVAP encargada de su diseño y construcción y a la empresa Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA), todas ellas empresas estatales.
Esta relevante conquista, se enmarca dentro de las políticas de estado que se llevan adelante, con el objeto de incrementar las capacidades de nuestro país en materia de telecomunicaciones, defender las posiciones orbitales asignadas a la Argentina e impulsar el desarrollo nacional de la industria espacial.
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