La gráfica siguiente muestra parte de la estructura orgánica del Ministerio de Justicia y Seguridad, de quien depende la Policía Metropolitana.
En el extremo derecho se visualiza parte de la estructura de la PM.
Allí se puede apreciar que tanto el Jefe de la PM, como el Sub Jefe de la PM dependen del Ministro, sin relación jerárquica entre ellos, están al mismo nivel de Secretaría.
Resulta bastante llamativo que en una fuerza policial, que suelen tener estructuras y funcionamiento fuertemente vertical, se diseñe una relación de este tipo.
Quizá sea éste el origen de las "internas" que relatan a continuación en Noticias Urbanas.
La guerra de los capos de
La
Por Antonio Lizzano
Cada vez que explican los motivos de las internas policiales, los
conocedores de los códigos particulares de las fuerzas de seguridad suelen
citar, sin saberlo, una máxima del historiador y senador del Imperio Romano
Cayo Cornelio Tácito, quien afirmaba por experiencia propia que “una mala paz
es todavía peor que la guerra”. Y la situación que vive en la actualidad la Policía Metropolitana
(PM) se parece mucho a esa descripción.
La paz lograda en la institución con la asunción en diciembre de 2011 del comisario general Horacio Giménez duró poco y nada. Giménez –extitular dela
Superintendencia de Interior y Delitos Federales Complejos de
la Policía Federal ,
que había sido desplazado de esa fuerza por orden de la ministra de Seguridad
de la Nación ,
Nilda Garré– llegó en reemplazo del político macrista Eugenio Burzaco, quien
nunca contó con el apoyo de los uniformados, que pretendían que un par los
dirigiera.
Pero con el ascenso del comisario general Ricardo Pedace a la subjefatura, la unidad y cohesión que esperaba lograrse con el mandato de Giménez se fue diluyendo con el tiempo. Así, volvieron a surgir los grupos internos dentro dela
Metropolitana.
En la actualidad, existen dos grandes bandos. Uno reconoce como jefe a Giménez y el otro a Pedace. Aparte de estos dos grupos hay una especie de tercera posición, no muy cohesionada, que integran un sector de los comisionados generales y mayores. Por último, existe un pequeño sector de desplazados en diciembre último que también opera con cierta influencia dentro de la institución.
El motivo principal que desencadenó la nueva interna fueron algunas promesas incumplidas de los políticos macristas. En diciembre del último año, el ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno dela Ciudad , Guillermo
Montenegro, le presentó un nuevo plan para la PM a Mauricio Macri, en el cual explicaba cómo
una reformulación de la policía porteña, adquiriendo una presencia más notoria
en la Capital Federal
y combatiendo de lleno la inseguridad que tanto afecta a los vecinos, le
serviría al ingeniero como una demostración de gestión que multiplicaría sus
chances presidenciales para 2015. Montenegro había elaborado el plan junto al
auditor externo de la PM ,
Gustavo Morón, y el extitular de la
Escuela de Inteligencia de la Federal y asesor
ministerial, Pascual Miguel Mazzeo.
Una parte de ese proyecto era volver a quela Metropolitana
tuviera un jefe policial, algo que el ministro de Justicia logró con la llegada
de Giménez. Otra de las claves era lograr la unidad interna de la fuerza y para
eso se nombró a Pedace como segundo por su influencia en la tropa. Pero hasta
ahí se llegó.
La idea de quela PM creciera ante los ojos de la ciudadanía
combatiendo el delito diario, con más presencia en los barrios y más personal,
quedó en la nada. “Todo lo que Montenegro les prometió a Giménez y a Pedace no
se cumplió. Les dijo que la institución iba a crecer en atribuciones,
equipamiento, personal y que iba a contar con el total apoyo de Macri para, de
esa manera, demostrarle a la gente que a pesar de ser una fuerza más chica que la Federal , la PM podía combatir con éxito la
inseguridad. Les decía que con eso iba a dejar en evidencia el mal manejo que
hacían los kirchneristas del tema de la seguridad. La movida que el ministro
realizó en la policía era parte de una estrategia política más amplia que
Montenegro llevó a cabo para reposicionarse en el gabinete macrista y recobrar
el poder perdido”, le explicó a Noticias Urbanas un comisionado general de la Metropolitana que
conoce la intimidad de la interna que vive la fuerza policial Pro.
Uno de los cambios que Montenegro realizó enla PM fue la designación de
Mariana Ostiglia en la dirección general Administrativa y Legal de la Metropolitana. Con
ese nombramiento quería controlar la estructura administrativa de la PM , un área que manejaba
Ignacio Grecco, un hombre de confianza de Edgardo Cenzón.
Montenegro también realizó cambios en las cuatro superintendencias dela PM ,
las áreas de mayor poder dentro de la institución luego del jefe y el subjefe.
Pero dejó en su puesto a los dos superintendentes que le eran leales: el de
Comunicaciones y Servicios Técnicos, Eduardo Martino y el de Investigaciones,
Carlos Kevorkian.
Por otro lado, logró desplazar al de Desarrollo Policial, Jorge Roberto Cots, a quien cambió por Claudio Serrano y al de Coordinación y Planificación del Desarrollo Policial, Miguel Ciancio, que había alcanzado un gran poder de autonomía en la fuerza, llegando a ser subjefe detrás de Burzaco. Su lugar dela Superintendencia fue ocupado en ese momento por
el ahora subjefe, Pedace. En la actualidad esa superintendencia la maneja el
comisario Juan José Ríos.
“Ciancio tenía mucho predicamento interno, le imputaban una buena relación con el primer jefe de la fuerza, Jorge ‘el Fino’ Palacios, y no se llevaba nada bien con el Ministro de Justicia y Seguridad. En realidad, no tenían trato. A pesar de su salida, Ciancio sigue teniendo cierto poder dentro dela PM y
se lo considera el líder del grupo que opera desde afuera de la institución”,
filtró un comisionado mayor de la Metropolitana a Noticias Urbanas.
Estos cambios también alcanzaron a los grados del escalafón policial que se encuentran debajo de las Superintendencias, como son los comisionados generales, los comisionados mayores (quienes alcanzan estos grados están en condiciones de manejar las áreas operativas de la institución), los comisionados, los inspectores, los subinspectores, los oficiales mayores y, en última instancia, los oficiales.
Hubo un solo dato que Montenegro no tuvo en cuenta: el alto perfil y las ambiciones de mando que comparten por igual tanto Giménez como Pedace. “Ambos vinieron ala
PM para mostrarse y alcanzar notoriedad frente a sus ex
camaradas de la
Federal. Querían crecer y ser protagonistas, no estaban
dispuestos a ocupar un papel menor ni, mucho menos, a hacer la plancha. La
equivocación del ministro de Justicia fue nombrar a Pedace como segundo, porque
el comisario no sirve para ese papel de lacayo, él tiene aspiraciones de líder
y era obvio que con el transcurrir de los meses se iba a desatar una interna en
la cúpula para ver quién tenía el poder real. En la actualidad, la pelea más
fuerte que se desarrolla en la
Metropolitana y la que puede desencadenar las peores
repercusiones a nivel de gestión es la que llevan adelante Giménez y Pedace”,
sintetizó, con cierta preocupación, ante NU, un comisario mayor de la policía
porteña.
El jefe dela Metropolitana se dio
cuenta enseguida de que Montenegro no cumplió con lo prometido. La PM no se extendió a otras
comunas de la Ciudad
y se mantuvo solo en tres: la
Comuna 4, que abarca los barrios de La Boca , Barracas, Parque
Patricios y Pompeya; la 12, que integran Villa Pueyrredón, Villa Urquiza,
Saavedra y Coghlan, y la 15, que está conformada por Villa Ortúzar, Chacarita,
Villa Crespo, La Paternal ,
Agronomía y Parque Chas.
Tampoco se alcanzó todavía el número de 3.850 efectivos que el Ministerio de Justicia y Seguridad anunció a fines del año pasado que tendría la fuerza en 2012. Mucho menos se concretó la puesta en funcionamiento del grupo Antiacampe dela
PM , que estaba previsto para los últimos meses de 2011 y fue
anunciado en primicia por Noticias Urbanas. A este ritmo, los alrededor de 16
mil hombres que Macri aseguró que integrarían para el fin de su mandato el
personal total de la policía de la
Ciudad están muy lejos de alcanzarse.
“Siguiendo el funcionamiento actual, sería un milagro que para 2015la
Metropolitana llegara a esa cifra, lo más probable es que
Macri concluya su mandato con la PM
a medio terminar. Si esto no se corrige a tiempo, será un tema que sus
opositores utilizarán en su contra en las próximas presidenciales”, manifestó
un político Pro especializado en las cuestiones de seguridad.
A eso se sumará que tampoco crecerán sus atribuciones, con lo cualla PM
se ve muy reducida en su accionar público. En la actualidad, las funciones más
importantes con las que cuenta y que fueron establecidas en el artículo 33 de la Ley 2.894 son prevenir la
comisión de delitos, contravenciones y faltas; conjurar e investigar los
delitos, contravenciones y faltas de jurisdicción del Poder Judicial de la Ciudad ; mantener el orden y
la seguridad pública; auxiliar a las autoridades en materia de controles de
seguridad vial; colaborar con las autoridades públicas ante una situación de
emergencia; actuar como auxiliar de la Justicia cuando sea expresamente requerido, y
asegurar el orden público en ocasión de los eventos deportivos o artísticos
masivos.
Más problemas
La interna que vivela PM se vio agigantada por los
casos de espionajes realizados en la
Comuna 12. La información sobre ciudadanos, casas de familia
y comercios fue clasificada consignando nombre y apellido, número de teléfono,
dirección y localidad. Estas nóminas fueron confeccionadas para el Gobierno
porteño por la empresa Tag Continental, una de las consultoras que la jueza
federal María Servini de Cubría investiga en la causa sobre la campaña sucia
denunciada por el senador nacional Daniel Filmus cuando compitió por la Jefatura porteña en 2011.
La gravedad de este hecho se centra, además, en la prohibición que le marca su ley fundacional ala Metropolitana para
realizar cualquier tipo de tareas de inteligencia. Luego de los problemas
judiciales que le trajo a Macri el caso Ciro James, nadie se explica a quién se
le ocurrió esto.
“Dentro dela PM la versión que más peso tiene habla de que el
tema del espionaje en la Comuna
12 tiene que ver con la interna entre Giménez y Pedace. Lo más probable es que
uno de los dos sectores haya realizado la operación para perjudicar a su
rival”, relató, en off, un comisionado mayor.
Otro hecho que demostró el mal funcionamiento de la policía local sucedió en mayo, cuando un juez ordenó que los condenados a prisión por causas contravencionales no cumplan sus penas en la cárcel del Club Atlanta debido a que dicho espacio no se encontraba en condiciones adecuadas (tenía problemas en el tendido eléctrico y la provisión de agua, entre otros).
Ante esa disposición,la Subsecretaría de
Justicia de la Ciudad
dispuso un cambio de destino para los contraventores condenados a prisión
efectiva. Estos hechos no hicieron más que hacer crecer la interna. Las
diferencias entre Giménez y Pedace se hicieron tan evidentes que el subjefe
decidió cortarse solo y autopromocionarse en varios canales de televisión
contando el sistema de la PM
para evitar robos en las autopistas, algo que enfureció a su superior.
La descripción de la feroz pelea desatada en la jerarquía policial promete para el futuro nuevos problemas en materia de seguridad. Y eso no será nada bueno para Macri ni para nadie.
La paz lograda en la institución con la asunción en diciembre de 2011 del comisario general Horacio Giménez duró poco y nada. Giménez –extitular de
Pero con el ascenso del comisario general Ricardo Pedace a la subjefatura, la unidad y cohesión que esperaba lograrse con el mandato de Giménez se fue diluyendo con el tiempo. Así, volvieron a surgir los grupos internos dentro de
En la actualidad, existen dos grandes bandos. Uno reconoce como jefe a Giménez y el otro a Pedace. Aparte de estos dos grupos hay una especie de tercera posición, no muy cohesionada, que integran un sector de los comisionados generales y mayores. Por último, existe un pequeño sector de desplazados en diciembre último que también opera con cierta influencia dentro de la institución.
El motivo principal que desencadenó la nueva interna fueron algunas promesas incumplidas de los políticos macristas. En diciembre del último año, el ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno de
Una parte de ese proyecto era volver a que
La idea de que
Uno de los cambios que Montenegro realizó en
Montenegro también realizó cambios en las cuatro superintendencias de
Por otro lado, logró desplazar al de Desarrollo Policial, Jorge Roberto Cots, a quien cambió por Claudio Serrano y al de Coordinación y Planificación del Desarrollo Policial, Miguel Ciancio, que había alcanzado un gran poder de autonomía en la fuerza, llegando a ser subjefe detrás de Burzaco. Su lugar de
“Ciancio tenía mucho predicamento interno, le imputaban una buena relación con el primer jefe de la fuerza, Jorge ‘el Fino’ Palacios, y no se llevaba nada bien con el Ministro de Justicia y Seguridad. En realidad, no tenían trato. A pesar de su salida, Ciancio sigue teniendo cierto poder dentro de
Estos cambios también alcanzaron a los grados del escalafón policial que se encuentran debajo de las Superintendencias, como son los comisionados generales, los comisionados mayores (quienes alcanzan estos grados están en condiciones de manejar las áreas operativas de la institución), los comisionados, los inspectores, los subinspectores, los oficiales mayores y, en última instancia, los oficiales.
Hubo un solo dato que Montenegro no tuvo en cuenta: el alto perfil y las ambiciones de mando que comparten por igual tanto Giménez como Pedace. “Ambos vinieron a
El jefe de
Tampoco se alcanzó todavía el número de 3.850 efectivos que el Ministerio de Justicia y Seguridad anunció a fines del año pasado que tendría la fuerza en 2012. Mucho menos se concretó la puesta en funcionamiento del grupo Antiacampe de
“Siguiendo el funcionamiento actual, sería un milagro que para 2015
A eso se sumará que tampoco crecerán sus atribuciones, con lo cual
Más problemas
La interna que vive
La gravedad de este hecho se centra, además, en la prohibición que le marca su ley fundacional a
“Dentro de
Otro hecho que demostró el mal funcionamiento de la policía local sucedió en mayo, cuando un juez ordenó que los condenados a prisión por causas contravencionales no cumplan sus penas en la cárcel del Club Atlanta debido a que dicho espacio no se encontraba en condiciones adecuadas (tenía problemas en el tendido eléctrico y la provisión de agua, entre otros).
Ante esa disposición,
La descripción de la feroz pelea desatada en la jerarquía policial promete para el futuro nuevos problemas en materia de seguridad. Y eso no será nada bueno para Macri ni para nadie.