Aprovecho el aniversario de nuestra Independencia para extractar y transcribir algunos hechos históricos de Historia de la Argentina de Norberto Galasso Tomo 1, pag. 200,201 y 202, que me parecen importantes y que no nos han sido contados en otra época.
" El 24 de marzo los congresales se reúnen en Tucumán.......
En el Congreso de Tucumán no están representadas todas la provincias que actualmente integran la República Argentina.
Deliberan diputados de regiones que no pertenecen hoy a la Argentina, y a su vez, no están representadas varias que hoy son importantes provincias de nuestra República.
En el primer caso se hallan Charcas, Mizque, Chichas, La Plata y Cochabamba, provincias altoperuanas que hoy integran Bolivia.
En el segundo, no sólo se hallan ausentes aquellas habitadas en esa época por comunidades mapuches, tehuelches, matacos , tobas, etc., como son las patagónicas y las del nordeste chaqueño, sino además Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Esas han convergido en el Congreso convocado por Artigas, el Protector de los Pueblos Libres, en junio de 1815, en el Arroyo de la China. Por su parte, Córdoba, también invitada por Artigas, participa finalmente en Tucumán, con escaso entusiasmo.
Se realizan gestiones para que Chile y Paraguay envíen representantes, pero sin éxito.
Además, no se declara "la independencia argentina", ni tampoco la de las Provincias Unidas del Río de La Plata, sino la independencia de "las Provincias Unidas en Sud América", según lo consigna el acta del congreso correspondiente al 9 de julio de 1816, ratificando la concepción de "Patria Grande" que anima a los revolucionarios.........................
Pero esta declaración de independencia genera hondos problemas que han sido silenciados por la enseñanza mitrista para no provocar inquietudes en los alumnos:
se hace necesaria una explicación acerca de los motivos de la ruptura, como asimismo que la decisión se tome seis años después de la Revolución de Mayo.............
Por ello el 25 de octubre de 1817, el Congreso reunido en Tucumán aprueba una declaración denominada "Manifiesto que hace a las naciones el Congreso general Constutuyente de de la Provincias Unidas en Sud América, sobre el tratamiento y crueldades que han sufrido de los españoles y motivado la declaración de su independencia". (1)
Dicho documento señala la reinstalación de Fernando VII en el trono y su giro a la derecha, como causa de la independencia. Allí se afirma que "nosotros en 1810 establecimos nuestra Junta de Gobierno a semejanza de la de España. Su institución fue puramente provisoria y a nombre del cautivo Rey Fernando".(2)
De este modo, el Congreso define claramente el carácter de la Revolución de Mayo, "como detalle de las revoluciones española y francesa" y resulta absurdo suponer que seguían mintiendo, al pueblo y al mundo, con la llamada "máscara de Fernando VII".
Respecto a lo sucedido a partir de 1814 señalan...... "pero él nos declaró amotinados en los primeros momentos de su restitución a Madrid,.......El se aplicó, luego, a levantar grandes armamentos...para emplearlos contra nosotros.......,nosotros, pues, impelidos por los españoles y su Rey, nos hemos constituido independientes".(3)
Este documento, como todo aquello que no encaja en la interpretación conservadora y probritánica, también ha desaparecido de la enseñanza, inclusive la universitaria.............
Por esta razón, el Congreso inmediatamente reconoce como bandera argentina la celeste y blanca. Pero, en cambio, no resuelve la segunda cuestión pendiente: sancionar una Constitución que fije la organización institucional del país, ya fuese como República o como monarquía constitucional.
Con respecto a este problema, Belgrano ha regresado de Europa (dominada por la Santa Alianza), convencido de que no seríamos reconocidos si intentábamos darnos formas republicanas. De ahí que enfrentado a la necesidad de proponer una monarquía constitucional, entiende que no debe coronarse a ningún integrante de las dinastías europeas existentes - pues ello haría peligrar la soberanía - y de allí nace su propuesta de recurrir a las propias raíces, el Rey Inca, que podría ser un hermano menor de Túpac Amaru (Juan Bautista Túpac Amaru) o Dionisio Inca Yupanqui, coronel de un Regimiento de Dragones en España, que había sido diputado a las Cortes de Cádiz en 1812 (representante americano).
Este proyecto es respaldado inmediatamente por San Martín, pues, al igual que Belgrano, comprende que esa decisión movilizaría a las comunidades altoperuanas asegurando su identificación con la revolución.
Un análisis superficial de esta cuestión, - tal como la presenta la historia mitrista - llevaría a suponer que ambos generales habrían dado un profundo giro a la derecha, abjurando de sus posiciones democráticas para tornarse monárquicos, pero basta con leer los debates realizados en el Congreso de Tucumán, para disipar toda sospecha.
Allí el proyecto de Belgrano resulta el mas avanzado y recibe las mas violentas críticas por parte del diputado porteño Tomas Manuel de Anchorena, en un alegato cargado de racismo:
"Nos quedamos atónitos con lo ridículo y extravagante de la idea.....vimos brillar el contento en los diputados cuicos del Alto Perú......de que se pusiese la mira en un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna chichería para colocarla en el elevado trono de un monarca".(4)
El proyecto es rechazado y tres años después, los congresales, ya trasladados a Bs. As., van a preferir a un monarca europeo, civilizado y de color blanco, el Principe De Luca, antes que un monarca de la "casta color chocolate".
Del blog http://bicentenarioquilmes.blogspot.com.ar/2009/11/quien-fue-el-principe-de-lucca.html
EL PRETENDIENTE A LA CORONA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RÍO DE LA PLATA
Investigación Prof. Chalo Agnelli
Mientras la burguesía comercial porteña estaba más preocupada del avance del Protector de los Pueblos Libres don Gervasio José de Artigas, que de la continuidad de la campaña emancipadora que tenía demorada el General San Martín por falta de fondos, el Congreso de Tucumán, en 1818, que años atrás había discutido la coronación de un descendiente de los Incas, ahora sugería a un príncipe europeo.
Primero se propuso a un francés de la casa de Orleáns y así lo suscribió el director supremo Juan Martín de Pueyrredón: ”… a la familia tan querida de nuestros corazones...”.
Frustrada esta intención por la oposición británica, se postuló a un miembro de la casa de Borbón-Parma. Con este fin se envió al canónigo José Valentín Gómez y Cueli en pos de Carlos Luís de Borbón, duque de Lucca:“… joven, casi un niño, del que solo puede enterarse que tocaba el violín y era soberano de un pequeño estado italiano”.
El canónigo se instaló en un cómodo departamento en París que le había alquilando previamente el que había sido su alumno don Bernardino Rivadavia.
Entusiasmado el canónigo Gómez, soñando con la solemne ceremonia de la coronación en la catedral de Buenos Aires - aunque no le gustaba mucho el mozalbete – estaba preparando su atuendo con ese fin y trajo de Europa entre otras prendas un peluquín para tapar su pelada. La chispa popular motivada por la mentada sorna del cura Castañeda, entonaba en las calles una jocosa cuarteta:
"Mamá Valentina.
se puso peluca,
cuando fue a traernos,
al duque de Luca."
Según Galasso, la Revolución de Mayo fue una revolución democrática en contra del absolutismo monárquico, consecuencia de las revoluciones francesa y española, pero no en contra de España.
Por eso tuvieron que pasar 6 años para la declaración de la independencia, cuando cambió la situación política española y se temía una invasión de su parte.
Seguimos:
"A mediados de 1816, negros nubarrones se ciernen sobre la revolución. En Marzo los congresales reunidos en Tucumán han designado Director Supremo a uno de los hombres de la burguesía comercial anglocriolla: Juan Martín de Pueyrredón, frustrando las pretensiones de las provincias del noroeste expresadas en la candidatura del coronel José Moldes, un salteño jacobino, enemigo a muerte del grupo porteño.
La burguesía comercial anglocriolla, que otorga apoyo a Pueyrredón a través de la Junta de Observación y el Cabildo -los Escalada, Irigoyen y otros representantes del comercio porteño-, se encuentra amenazada, por derecha, por la flota del absolutismo que viene desde España, y por izquierda, por Artigas, quien mantiene a varias provincias bajo su protectorado. Por su parte San Martín en Cuyo, prepara su ejército pero se queja del desinterés porteño por la campaña hispanoamericana: "A usted le consta - le escribe a Guido - que lejos de auxiliarme con un peso me han sacado seis mil y a más mil en dinero que remití a ésta, que la alhajas de donativo de la provincia me las mandaron remitir.... se me ha abandonado y comprometido del modo mas inaudito."(5)
El Gran Capitán esperaba la declaración de la independencia para cruzar a Chile, no como expresión de un país confusamente ligado a España y su absolutismo, sino enarbolando las banderas de la democracia y la libertad.
(1) Carril, Bonifacio del: "De la fidelidad a Fernando VII a la declaración de la Independencia", en La Nación Bs. As. 06/07/1958
(2) Ibíd.
(3) Manifiesto del Congreso de Tucumán en: "No dejaremos sepultar en escombros ni sumergir en sangre a la Patria", reproducido en La Opinión, Bs. As. 11/07/1976
(4) Carta de Anchorena a Rosas del 04/12/1846 citada por Julio Irazusta en Tomás de Anchorena, Bs. As., Huemul,pp 27 y 28.
(5) Carta de San Martín a Guido, del 14/02/1816, en Archivo Tomas Guido (TG), Archivo General de la Nación, Legajo 1, p5.