Lo logró con votos propios mas el de Patricia Bullrich, Alejandro Amor (Sutecba) y Mateo Romeo (Suterh).
De esos 7.900 millones, 5.598 provienen del incremento de la recaudación por encima de la previsión presupuestaria, ( o subestiman la recaudación, o la economía en la Ciudad funciona muy bien, o las 2 cosas juntas), se suman también en materia de recursos no tributarios el ingreso de $ 414 millones adicionales a los previstos en el cálculo presupuestario original y $ 1.125 millones provenientes de la Disminución de otros Activos Financieros.
Según la legisladora Sanchez Andía parte de los fondos viene del dinero de deudas que la gestión PRO tomó y luego no usó. Contra lo que habían prometido, los macristas no devolvieron todos los fondos a las áreas sociales específicas que habían recortado este año.
“Con la excusa de un magro aumento a los estatales porteños, Mauricio Macri subsidia con fondos públicos a las empresas del subte, la basura y la educación privada. A Metrovías le da 429 millones sin tener una auditoría de los costos reales y encima, como el plazo legal para hacerla venció ayer, la posterga para después de la elección de octubre”, consideró el legislador Bodart.
Sánchez Andía indica que el 44,9 por ciento del presupuesto va a los salarios, incluidos recursos para la educación privada. “Al PRO le gusta usar la recomposición a los trabajadores como una moneda de cambio para decir que si nos oponemos a esto, le negamos el salario de los trabajadores. Chantajean a la oposición”, indicó la legisladora.
La distribución del resto del dinero tiene su pico en el Ministerio de Espacio Público (ahí va el 38 por ciento de los fondos, principalmente a la basura), seguido por la Jefatura de Gabinete (21,5 por ciento).
En cambio, Salud recibe el 9,4 por ciento; Educación, el 4,3 por ciento; y Cultura, el 1,2 por ciento. “Más de la mitad de los siete mil millones es un dinero que va para las empresas, para los contratos millonarios de la basura y de Metrovías, y va cada vez menos para la inversión y para garantizar las prioridades de la gente”, sostuvo Sánchez Andía, quien destacó que los legisladores no contaron con un detalle de las obras a las que se le redeterminaron los precios ni tampoco de las nuevas inversiones que iba a hacer el gobierno de Macri.
Lo que se percibe como habitante de la Ciudad es que la gestión PRO sigue orientada a "sus negocios", mucha obra superflua, muy poca inversión en infraestructura y mucho gasto en publicidad.
Para el año que viene ya votaron hasta un 40% de aumento an ABL, veremos que opinan los ciudadanos en octubre.
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