Hoy recibí un email de un militante barrial de la Comuna 13, que me pareció importante compartir. En él se refleja la concepción o ideología del PRO, respecto al espacio público y a lo que consideran acción de Gobierno. La obra ha sido denominada “Remodelación y Puesta en Valor ??? de la Plazoleta Elias Alippi“, (los signos de interrogación son nuestros). Está emplazada en la manzana triangular delimitada por las calles Av. Estado de Israelal 4500, Guardia Viejaal 4600 y Lambaré al 1200. Vista de Lambaré esq. Est.Israel). El bodoque que se aprecia en primer plano pretende ser un monolito?, con 3 caras con las siguientes leyendas:
Lo anterior nos indica, la ausencia total de algún tipo de control de calidad en la ejecución de la obra. Si en la propaganda (el monolito) cometen ese tipo de errores, mas vale no pensar en lo que constituye la obra en sí.
Vereda Estado de Israel al 4500
VeredaGuardia Vieja al 4600
Vereda Lambaré al 1200
Interior:
Su muy despojada superficie, rodeada de árboles, exhibe palomas que ingresan y egresan por vía aérea. Del mismo modo, podría ser accesible por otras aves o drones.
El enrejado no impide la visión transversal (desde una calle se puede vigilar los autos estacionados al otro lado); el espaciado entre rejas consecutivas permite el paso de mascotas, que, dada la ausencia de carnívoros de mayor porte, gozarán de plena seguridad en su interior.
Candado de cierre (Muy importante para el concepto de Seguridad)
Lo que no queda claro es si las personas podrán ingresar en algún momento, por ahora no es necesario porque no hay ningún lugar en el que sentarse. Seguramente Don Elias Alippi se merecía un mejor homenaje. Ah, para esto se invirtieron PESOS NOVECIENTOS DOCE MIL SETECIENTOS NOVENTA Y SEIS CON CERO CENTÉSIMAS ($ 912.796,00).
REFERENCIAS:
Sobre la obra:
Especificaciones:
JUNTA COMUNAL 5 Resolución Comunal N° 14639217-COMUNA5/14. Se adjudica a la firma Wallpac S.R.L. la contratación de la Obra Remodelación y Puesta en Valor de Plazoleta Elías Alippi.
Hoy en La Nación apareció un artículo que parece que se le escapó al responsable editorial.
Es una descripción de como funciona la Secretaría de Comercio post Moreno.
Desde mi punto de vista dicha descripción es un elogio, ya que en síntesis lo que se describe es el paso del funcionamiento personalista de Moreno a un funcionamiento mucho mas institucional y coordinado con las principales áreas económicas.
Los invito a leerlo porque es interesante.
El post Moreno: en Comercio cambió
todo, menos el modelo
Ellos toman nota. Una y otra vez, incansablemente.
Augusto
Costa,secretario de Comercio, lidera la reunión y escucha las
razones que esgrime el presidente de una multinacional de consumo al pedir
autorización para aumentar los precios.
El diálogo continúa y por
momentos se hacen largos silencios. Sin embargo, los 15 "escribas"
siguen tomando nota.
La foto se repite desde el primer día en que el
hombre de la oficina 248asumió su cargoy
es mucho más que una puesta en escena. "Se ponen de pie ante la
autoridad", solía intimidar Guillermo
Moreno, su antecesor,
los que tenían cita con él.
Por entonces, la temperatura de las oficinas no
contaba con aire acondicionado encendido y el súper secretario veía cómo
transpiraban todos los convidados a su mesa.
Ahora, con una sensación térmica de menos de 24
grados, el clima dejó de ser un factor en la negociación, pero hay otras
cuestiones que dan el marco a los encuentros.
En las reuniones se
contrasta el discurso de los empresarios con los datos que ya tienen
preparados, y aparece también una particular estrategia de lo que informalmente
definen como el 'detector de mentiras'
La frase de inicio es "siéntense", ante el
acto reflejo de los empresarios que, acostumbrados al trato (o destrato)
anterior, optan por ponerse de pie ante la llegada del funcionario que en
diciembre cumplió 40 años y su grupo de "cuaderno en mano", como los
bautizó el CEO de un laboratorio.
La misión de quienes lo
acompañan, claro está, es mucho más que tomar nota. Hoy, aunque los ejecutivos
no lo sepan, existen 40 técnicos de entre 20 y 30 años dedicados al seguimiento
de las principales compañías del país, y otros 40 que dedican su jornada
laboral a evaluar la situación de comercio exterior de esas empresas para
cruzar datos de las fuentes más diversas: denuncias, relevamientos propios,
presentaciones realizadas por los propios ejecutivos de las compañías o sus
competidores, situaciones de abastecimiento y hasta la radiografía del empleo
de cada una de las firmas que tocan a la puerta que abre importaciones,
autoriza aumentos de precios o destraba pagos al exterior.
En las reuniones se contrasta el discurso de los
empresarios con los datos que ya tienen preparados, y aparece también una
particular estrategia de lo que informalmente definen como el "detector de
mentiras" que activan en sus notas.
De hecho, existe un top five
de las frases más oídas porCosta, amigo del ministroAxel
Kicillofdesde los
tiempos en que juntos militaban en TNT (Tontos pero no Tanto), la agrupación de
la UBA que
denunciaba desmanejos en Franja Morada.
"Los costos suben por
encima de los precios y ya no tenemos margen" es la que lidera la
argumentación de las corporaciones.
La segunda es que su sector
"es el más castigado por el kirchnerismo"; la tercera arranca con un
"no quiero hablar de la competencia, pero sé que a tal [enunciado con
nombre y apellido de un rival] lo dejaron importar" (o exportar o cualquier
acción que se busca conseguir en ese encuentro).
El top 5 se completa con
"necesito que me aprueben la
DJAI [Declaración Jurada Anticipada de Importaciones] porque
la planta corre peligro", o "si no destraban urgente los dólares
tendré que reducir personal".
Anécdotas sobran respecto de cómo actúa la secretaría
cuyo poder sobre el mundo de los negocios es tan grande que ha pasado a ser el
principal desvelo de muchos empresarios.
En los pasillos del segundo
piso se recuerda cuando un farmacéutico amenazaba con suspender su producción
por el faltante de un insumo, y sin embargo lo que quería importar eran cremas
rejuvenecedoras.
O de la automotriz que
desmentía haber incrementado sus precios 60% y habían sido sus propios
ejecutivos los que informaron esos valores. Allí la alarma se activó
instantáneamente.
Tampoco le fue bien al que
optó por criticar a Costa en una charla con Paula Español -ex compañera de
banco en los tiempos del Colegio Nacional Buenos Aires- o con Ariel Langer -uno
de sus mejores amigos también desde la época de TNT-. "Tenemos nuestras
diferencias, como cualquier equipo, pero nos conocemos desde hace muchos años y
somos amigos, con lo cual, cuando nos hablan mal a uno del otro, inmediatamente
lo sabemos", dice un integrante de la mesa chica.
"Moreno gritaba, pero
era predecible. Estos chicos quieren que el mundo se adapte a nosotros, y eso
no va a pasar", se enoja el presidente de una multinacional de consumo
cuando se le pregunta por su última experiencia en la secretaría.
Los empresarios también
tienen un top 3 al momento de elaborar su propio ranking.
La frase que más le escuchan
a Costa es: "Se necesita previsibilidad, estabilidad y transparencia en la
formación de precios".
Luego llega lo que en la
jerga denominan "sermones ideológicos", del estilo "no entienden
que éste es un modelo de sustitución de importaciones", y por último, el
infaltable cierre: "Ustedes se equivocan si creen que esto se termina a
fin de año. Nosotros vamos a seguir; sobre todo, nuestra gente".
Basta con recorrer las redes
del Centro de Estudios para el Desarrollo (Cenda) -think tank económico de
Kicillof y Costa- para comprobar que no se trata de una amenaza infundada.
Nicolás Arceo está en YPF; Mariana González, en la Subsecretaría de la Competitividad;
Cecilia Nahón, en la embajada argentina en Washington, y Javier Rodríguez es
secretario de Coordinación Político Institucional y Emergencia Agropecuaria.
Son sólo algunos de los más
de 30 funcionarios de distinto rango que tienen línea directa y una amistad de
más de 10 años.
El Nacional Buenos Aires y la UBA aparecen como otros puntos
de encuentro en sus currículum.
A diferencia de Beatriz Paglieri, Ana María Edwin,
Norberto Itzcovich y Pimpi Colombo, principales espadas de Moreno, que eran la
segunda opción después de los encuentros de los empresarios con el polémico
secretario, hoy son excepciones las reuniones en las que Costa es el que
recibe.
Prefiere delegar la tarea en
sus subsecretarios de Interior y Exterior, y aparecer para las situaciones que
ya exceden a sus respectivos número dos.
Conseguir su celular tampoco es un activo, como lo
era cuando gestionaba Moreno. Si bien atiende, la respuesta es la misma:
"Pida una audiencia", o, directamente, "llame al
conmutador".
Ocurre que la diferencia
principal entre una gestión y la otra no sólo es el tono, sino la
documentación.
Antes no había un papel; hoy
todo queda en el sistema.
A tal punto que las fórmulas
de seducción no siempre funcionan. Al menos eso surge de la experiencia del
director de Institucionales de una firma electrónica que no tuvo mejor idea que
decirle al secretario que le había llevado un celular, una tableta, un reloj y
una netbook para que probara sus productos. La traba todavía persiste y los
"cuaderno entry" dejaron todo asentado.
El tema de fondo es que
ya no se trata de un organismo que funciona como isla, sino que es parte de un
todo interrelacionado con la AFIP,
el Banco Central y otras dependencias del Gobierno
Tampoco está activada la
habitación de "al lado", en la que Moreno guardaba a modo de recuerdo
los peluches, mates y regalos autóctonos que varias pymes le hacían con
leyendas promodelo o anti-Clarín.
Hoy la consigna es
rechazarlos de manera terminante y sobreactuar el rebote, salvo en aquellos
casos de gobernaciones, embajadas o municipios, donde por una cuestión de
protocolo se tiene la obligación de aceptar.
En esos casos aparecen los
sorteos entre los empleados de la secretaría, que mantiene ellay outde la oficina principal.
Ya no cuenta con la foto de
Lassie, ni los guantes de boxeo o las manzanas con stickers, pero sí con unos
amigables caramelos.
Tampoco hay lugar para la
"escuelita de la carne", en la que se monitoreaban los precios de
"la calle", o para las arengas del estilo "súbanse a la misión a
Angola que vamos a conquistar ese país".
"Antes teníamos diálogos desopilantes, y lo más
probable es que la charla terminara con un «dale para adelante».
Sabíamos que podíamos
aumentar distinto los productos populares, los selectivos y los premium, y con
eso se terminaba el problema", comenta el número uno de una cadena de
supermercados.
Hoy se completa un
formulario de contacto y luego se informan las distintas DJAI (tanto de bienes
como de servicios), que no suelen tener mayores trabas mientras los valores de
referencia se encuadran en Precios Cuidados y en los programas de financiación
del relanzado Ahora 12.
El tema de fondo es que ya
no se trata de un organismo que funciona como isla, sino que es parte de un
todo interrelacionado con la AFIP,
el Banco Central y otras dependencias del Gobierno (ver infografía), y en el
que el secretario integra la mesa chica de Kicillof, con reuniones periódicas
toda la semana.
Algo que no ocurría en los
tiempos de Moreno. Eso lleva a que el lamento más común entre presidentes de
compañías y directores de Asuntos Públicos sea hoy "no me atienden",
cuando en la historia reciente se acumulaban anécdotas por los clásicos
llamados del súper secretario.
El juego de las diferencias
tiene otro reflejo en el despacho principal. El mapamundi sigue detrás de la
silla que ocupaba Moreno, al igual que el cuadro de San Martín y la foto con la
imagen de la Presidenta.
Los muebles son exactamente
los mismos: escritorio principal, mesa ovalada y una especie de living donde
suele recibir a sus invitados.
Atrás quedó el merchandising
de globos con la frase de "Clarín miente" o los alfajores que solían
acompañar el café con esa leyenda.
Tampoco hay barriletes para
los hijos de los invitados, con frases a favor del modelo, ni reuniones
constantes.
La intimidad de la oficina
de piso de madera tiene, no obstante, varias particularidades que mantienen la
tradición de quienes se definen como "funcionarios militantes".
La ilustración de Mafalda
contra los buitres y la leyenda "no pasarán" es una muestra de eso.
El banderín de Vélez Sarsfield, del cual Costa es hincha fanático, y una
portada de un diario hecho a medida bajo el nombre de "El precio
cuidado" sorprenden a quienes logran pasar la puerta. Porque todas las
tardes Costa tiene su propio vespertino, con el que despunta sus recuerdos de
periodista en El Economista.
Cansado de ver cómo pasaban
inadvertidos los Excels y los datos duros, uno de sus asesores prepara una
portada a todo color que incluye elupdatede las acciones de la secretaría y
quiénes cumplen o incumplen las órdenes allí impuestas.
Todas las tardes Costa tiene su
propio vespertino, con el que despunta sus recuerdos de periodista
También hay lugar para un
chiste temático y hasta rimas que están debidamente encuadernadas con
personajes de la más furiosa actualidad. Un pintoresco cuadro con los avatares
de todos los que integran el equipo económico muestra a Costa dibujado arriba
de la torta del primer cumpleaños de Precios Cuidados.
También se ve a un muy
sonriente Kicillof cerca de la
Presidenta, y la caricatura de todos los funcionarios que
ocupan los distintos despachos.
Cerca de la puerta de salida
hay otro cuadro con la foto del gabinete económico el día que asumió. Costa,
Kicillof, Álvarez Agis, Pablo López (secretario de Finanzas) y Federico Thea
(secretario legal) son los hombres sin corbata que ubicaron la misma imagen en
sus respectivas oficinas.
Porque la vestimenta es otro
de los códigos que marcan diferencia. Hoy son frecuentes los pantalones de
vestir oscuros y las camisas blancas o celestes con sus respectivos blazers,
lejos de los trajes estilo 1930 de Guillermo Moreno con sus corbatas
estridentes.
Para los fines de semana y elafter officeCosta se reserva el momento deportivo,
en el que, salvo al rugby, practica la mayoría de las disciplinas.
También se desconecta con la
música (fuedisc jockey),
el bajo (lo toca habitualmente) y sus espacios para correr, en los que suele
generar las nuevas ideas que luego discute en la oficina. Ama el tenis, del que
es un autodidacta confeso. Ahí se gestó uno de los mitos urbanos que un
allegado al secretario se encarga de desmentir: "No. Costa nunca jugó en
Roland Garros"..