A partir de diciembre de 2012, cada una de las 15 Comunas de la Ciudad tiene en teoría a sus autoridades electas, 7 personas que integran la Junta Comunal, de ellos, el mas votado es el Presidente de la Junta Comunal.
Estas personas deben ocuparse de realizar las tareas que les asigna la Constitución de la Ciudad y la Ley de Comunas Nº 1.777.
También a partir del dictado del Decreto 376 del año pasado, el Gobierno de la Ciudad crea las U.A.C. Unidades de Atención Ciudadana, una en cada Comuna, según dijeron para hacerse cargo de las tareas desconcentradas que se prestaban en los CGP's.
Lo que no dicen es que dichas tareas y el personal que las realiza, nunca dependieron de los CGP's, ni tampoco dependen ahora de las U.A.C.'s, dependen del Gobierno Central y realizan sus tareas en cada Comuna.
Los CGP´s funcionaban en el mismo edificio y a lo sumo realizaban alguna tarea de coordinación y superintendencia de personal.
A este complejo panorama administrativo, se suma ahora que los Presidentes de las Juntas Comunales donde ganó el PRO (todas), funcionan también como Directores Generales de las U.A.C.'s.
Entonces tendremos que los Presidentes Comunales, electos por la ciudadanía, deberán cumplir con sus funciones desarrollando la democracia participativa, tal como lo establece la Constitución de la Ciudad y la Ley de Comunas, y al mismo tiempo como Directores de las UAC's, recibirán directivas políticas del Secretario de Atención Ciudadana Eduardo Macchiavelli, a quien nadie votó y que no tiene el mínimo interés en la participación ciudadana.
Pareciera que este diseño institucional se presta mas para el conflicto y la dispersión, que para la cohesión de la fuerza de Gobierno.
